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25 sonetos en el Siglo XXI (en rescate del soneto)-(Parte 1)

Actualizado: 28 may 2021


Alguna vez le escuché a Ricardo Piglia, que inventar la forma es más importante que hacer literatura usando una forma ya creada. Particularmente hablaba de Macedonio y Borges como inventores de formas que posteriormente otros usarían de mil maneras. Ahí también dijo “El que creo el soneto es mejor que Dante” más allá de que la forma predilecta de Dante no era necesariamente el Soneto lo importante es decir el nombre del supuesto inventor: Giacomo DaLentini en el siglo XIII. El soneto se va perfeccionando a lo largo de la historia, Francisco Petrarca (1304- 1370) lo utiliza muchísimo, entre otros lo que lo convierte en una de las formas perfectas de la poesía. Cuatro estrofas, dos de cuatro versos y dos de tres, con once silabas cada verso, y rima obligatoria que generalmente se estructura en ABAB CDCD CDC DCD (aunque pueden modificarse), hacen del soneto una forma perfectamente compleja, que adquiere musicalidad al leerla. Hasta el 1700 todo gran escritor debía demostrar su destreza con los sonetos, Shakespeare tiene unos ciento veintiún sonetos, Cervantes en el prólogo del Quijote hace hablar a sus personajes con sonetos, algunos incluso rimando con la anteúltima silaba (una maravilla). Españoles de esa época que escriben sonetos son varios, Garcilaso, Quevedo, Góngora, Juan de la Cruz y Lope de Vega (el primer popstar de la historia) escribía por encargo y muchas veces sin demasiadas ganas:

Un soneto me manda hacer Violante que en mi vida me he visto en tanto aprieto; catorce versos dicen que es soneto; burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando, y parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando. Ya estoy en el segundo, y aun sospecho que voy los trece versos acabando; contad si son catorce, y está hecho.

Bécquer y Sor Juana escriben grandes y eternos sonetos que trascienden todas las épocas, Baudelaire escribe “Las flores del mal” y en su gran mayoría los poemas de ese increíble poemario novelesco simbolista son sonetos. La forma es compleja, y después de que los grande escritores la utilicen se vuelve casi imposible que los escritores sigan esa línea de escritura y puedan sorprender. De a poco se fue abandonando, después con el estallido de las vanguardias las formas clásicas se entierran doscientos metros bajo tierra, y algunos pocos estamos dispuestos a seguir cavando. Borges ya entrado el siglo XX se vuelve neo-clásico y recupera la forma del soneto dejándonos algunos realmente excelentes como “1964”. Marechal tiene los suyos, y en España algunos fieles como Ramón Jiménez. La línea se corta hasta mucho después. Sabina es uno que toma muy hábilmente la forma del soneto para hacer poesía, algunos tienen un nivel envidiable y varios se convirtieron en canciones. Del libro “Ciento volando de catorce” Pedro Guerra entre otros extraen catorce sonetos y los hacen canción. Disco recomendable llamado “Catorce de ciento volando de catorce”.

En general, en los blogueros e instagramers que escriben no encuentro sonetos, aunque sí mucho lenguaje coloquial escrito en versos como si eso tuviera gran valor estético. Aquí les dejo mis primeros cinco sonetos (se irán publicando de cinco en cinco), comenzaron como una experimentación, ver si se podía pero es la desesperación pura la que me llevó a seguir escribiéndolos, desesperación porque la forma compleja del soneto es todo un reto para cualquier escritor y es digno de prevalecer al vacío artístico cultural posmoderno que vivimos.


"Rafael" - Soneto I (Dedicado a mi abuelo)

De cenizas y escombros los cabellos

dos sombras acompañan bajo cejas

sus ojos a la nada iban perplejos

su vida define la moraleja.

La nariz es tan igual a la mía

los pies, la cadera y las rodillas

los hombros, las manos y las sonrisas

las orejas, los codos, las manías...

Hizo un castillo donde ya no habita,

sus bigotes mienten más que su boca

un poco más que una cabeza loca,

él quiso ser rey y formó familia

pero allí no anidaba su alegría

¿alguien sabrá si fue lo que él quería?


El Bardo - Soneto II

Algunos dicen que tal vez no existió,

de fondo se escucha: “Ser o no ser…”

porque la dicotomía no murió

vive en cada cuestionamiento a poder.

En el nombre del amor te enamora

el corazón te lo hace aún más necio

y por tan solo un gesto te traiciona

la venganza desconoce de precios.

Generar odio con una mirada

que no nos importe nada de nada,

pero dejando la vida por todo,

aprendiendo los textos de algún modo

crecen injustamente un par de alas

con la mirada llena de palabras.


Borrón y cuenta vieja - Soneto III

Quien será mi patria sepulturera

si se reduce mi vida a sus besos

me taparán con la roja bandera

y seré entonces sí, uno de aquellos...

Tengo que agregar a mi poesía

un poquito más de elementos de bar

un poquito menos de malegria

lágrimas que no salen de cara al mar.

Sus miradas abiertas tan tempranas

veré entrar el sol de las alegrías

y lloraran las noches olvidadas,

quedará un borrón en la primavera

batallas ganadas atrincheradas

y una cuenta vieja que no me cierra.


Sabina - Soneto IV


Cuando al fin se pueda escribir con tu voz

registrare todo con tus pupilas

el porvenir pasado comerá arroz

allá vos con tus musas, yo las mías...

lo dijeron Charly, Fito y el Nano

no se sale de la selva impune

si con Panchito, Silvio y Luis Eduardo

tu felicidad: un rabo de nube

porque sí, y sin embargo te quiero,

si enfermaron mis otoños de inviernos.

Por desolation row anda el olvido,

al parecer nos sobran los motivos.

Tu sopa de palabras sirves fría

hace ruido en calle melancolía.


Antes que termine Abril - Soneto V

Adquirí un buen hobbie: romper las fechas,

se me escapo del alma "tengo miedo"

terminé de cortar recién las flechas

que yacían bocabajo en el suelo.

Cosa seria recordar el olvido

yo ya casi no me olvido de nada,

como si existiera algún sentido

nadar siempre a favor de la manada.

Esta es una terrible vida febril

para hablar solos y antes que termine

puedas devolverme al fin el mes de abril.

Prefiero verte, imponer la duda,

a no verte y quede la vida viuda,

y un cuadro gris agónico en el atril.

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