
Les presento por si no lo conocen al señor: Pedro Guerra. Este cantautor español tiene una gran carrera como músico pero no es tan conocido como Sabina, Serrat, e incluso en Argentina es menos conocido que Ismael Serrano (vaya a saber uno por qué). Pero bueno la fama no lo es todo. Esta es una canción con una de las poesías más complejas que he escuchado. Por ejemplo “Tusa” tiene una vuelta de tuerca con respecto a la autoreferencialidad: “Y cuando escucha la canción” dice el estribillo y como no especifica podemos entender que está hablando de esa misma canción y que si es así en todo caso lo narrado por el yo lírico es algo que aún no sucedió. En “Felices los 4” tenemos la incógnita de ese cuarto integrante, y también tenemos la metáfora chistosa de “Despacito” que dice: “yo quiero ver bailar tu pelo, quiero ser tu ritmo”. Pero nada de esto se compara con esta canción de las que les voy a hablar hoy.
Voy a adelantarles lo que me intriga de ella, puesto en términos sociológicos y geográficos son los distintos niveles sociales, como placas tectónicas que maneja. Desde el título sospechamos que nos va a hablar de lo que hay debajo del puente, incluso la primer estrofa nos habla de eso.
“Debajo Del Puente” - Pedro Guerra
Debajo del puente, en el río hay un mundo de gente, abajo, en el río, en el puente.
Y arriba del puente las cosas pendientes, la gente que pasa, que mira y no siente. Tomates, lechugas y pan del mercado, te quiero, te odio, me tienes cansado. Y arriba del puente las cosas de siempre, no quiero mirarte, no quiero quererte, café con azúcar, quiniela y olvido, quién sabe del mundo debajo del río.
Pero ya en la segunda y tercera estrofa se muestra la verdad, la canción en realidad caracteriza lo que hay arriba del puente, y lo que hay es la cotidianidad de una sociedad capitalista, individualista, egoísta, con contradicciones en las relaciones humanas y llena de objetos y consumo. Abajo del puente, en el río hay un mundo de gente dice la primer estrofa, pero de ese mundo de gente ni noticias. Sin embargo el último verso nos da un dato nuevo, “quien sabe del mundo debajo del río” no es debajo del puente, sino más abajo aún. Por lo pronto entonces tenemos tres niveles, arriba del puente, debajo del puente, y debajo del río.
Debajo del puente, en el río hay un mundo de gente, abajo, en el río, en el puente.
El estribillo aparenta querer ubicar la trama de la canción en lo que sucede debajo del puente, en el río, en el puente. Que parecieran ser tres cosas distintas, ya que el río esta debajo del puente y recordemos que esta el nivel “debajo del río”. Puente, debajo del puente igual a río, y debajo del río. Sin embargo una vez más volvemos a la descripción de la trama importante de la canción, lo que sucede arriba del puente.
Y arriba del puente la calle, el colegio, los niños, los gritos, te vas sin un beso,
Hago un breve paréntesis para comentar que el detalle de que el narrador registre que la otra persona se pierde en el embrollo del ritmo de la sociedad sin saludar, es tan triste como simpático y genera ternura. sintetiza eso que erróneamente llamamos el paso del tiempo, y que acertadamente entendemos como tiempo perdido, perdido en términos de calidad humana obviamente.
tu amor y el atasco, me agobia la prisa, los días que pasan, la mierda que pisas. Y arriba del puente las ocho con frío, lo tuyo es lo tuyo, lo mío es lo mío, carteles y bolsos, tirones y olvido, cualquiera te vende un billete hasta el río.
Otra vez aparece el río al final, como la posibilidad de la exclusión social, de la marginación. Cualquiera te da la oportunidad de fracasar, de terminar olvidado, fuera de la rueda. Y vuelve otra vez el estribillo a querer engañarnos temáticamente.
Debajo del puente, en el río hay un mundo de gente, abajo, en el río, en el puente.
Esta última estrofa es aún menos esclarecedora, arriba también hay distintos niveles, arriba del puente están los de arriba y los de abajo, después está el puente, y les recuerdo, que debajo del puente está el río, y que hay un nivel más profundo debajo del río. Lo que nos da unos cinco niveles, de los cuales la canción intenta hacer foco en el estribillo con lo que sucede en los tres niveles más profundos, y sin embargo solo describe y caracteriza realmente los dos niveles superiores.
Y arriba del puente están los de arriba, están los de abajo, que es menos que arriba, y luego está el puente, que es menos que abajo. Yo pienso en mi casa, mi amor, mi trabajo.
Debajo del puente, en el río hay un mundo de gente, abajo, en el río, en el puente.
Más allá del elemento contestatario de visibilizar la banalidad de lo cotidiano de una sociedad de relaciones sociales capitalistas en contraposición al sufrimiento de la marginalidad de la cual el Yo Lírico no nos da novedades. El detalle de no caracterizar la marginalidad me parece brillante, no porque quiera evitar cierta morbosidad de andar hablando de lo que sufren los que más sufren, sino porque deja un vacío que funciona como un motor productivo para nuestra imaginación. Lo no dicho en la literatura siempre habla más de lo que dice, y este es un ejemplo gigante, nos brinda tres niveles de marginalidad de las cuales no nos dice nada y nosotros con nuestras propias experiencias y vivencias lo reponemos. ¿Es un rasgo de humildad dejar al azar del receptor el contenido de esos niveles? No. En general los mejores autores carecen de toda humildad por ejemplo Borges. ¿Qué importa eso para el efecto que crean con su literatura? Nada. Porque el mecanismo de generar vacíos productivos en un texto es exclusivo para aquellos que no tienen la ansiedad de decirlo todo, o sea, para los que tienen el talento de hacer arte y hacernos creer que formamos parte de esa construcción artística. Larga vida al maestro Pedro Guerra. Y por más canciones con truco, que antes de la cuarentena ya me había aburrido de escuchar siempre lo Nisman.
PD: En caso de que quieran que intente analizar una canción dejen el titulo en los comentarios. Saludos!!!
Comments